Söndag favoriter (050812).

Hoy os traigo dos favoritos. El primero es una fotografía (el día que no tenga una de éstas como favorito, creo que se acabará el mundo, pero entendedme, tengo un flickr donde encuentro mil y una fotos preciosas y deseo compartir, al menos, una a la semana) y el segundo es un libro. La fotografía la vi a principios de semana y supe, en ese momento, que ninguna iba a ser capaz de conquistarme como lo había echo ésta, y así ha sido, me ha cautivado como ninguna esta semana. Como sabéis, si pinchais en la imagen iréis hasta el flickr de la autora en cuestión. Respecto al libro, es "La sanguijuela de mi niña", me la regalaron en mi cumpleaños porque es el único libro de Christopher Moore (traducido al español) que me faltaba, mi autor favorito. Y me está encantando. Dejé un pequeño texto de éste en mi entrada anterior y hoy, os dejaré otro. El personaje de Tommy me gusta cada vez más.

La fotografía es de Emily Jane Morgan. Os invito a que sepáis más de su trabajo.


"La sanguijuela de mi niña" de Christopher Moore.
-Tommy, ¿puedo fiarme de ti? ¿Puedo ser sincera contigo?
-Claro.
-Mira, no quiero ser demasiado directa, pero creo que tengo que serlo...
-Lo sabía. -Tommy cayó hacia delante y golpeó la mesa con la cabeza, haciendo resonar los cubiertos. Habló con la boca pegada al mantel-. Acabas de romper con un tío y esta cita te pareció buena idea en su momento, pero crees que sigues enamorado de él. Y yo soy muy simpático y siempre serás mi amiga. ¿No?
-No, no iba a decir eso.
-Ah, entonces acabas de salir de una mala relación de pareja y no estás lista para meterte en otra. Necesitas estar un tiempo sola y descubrir qué quieres realmente. ¿No?
-No.
Vale -dijo Tommy sin despegar la cara del mantel-. Pero las cosas van un poco deprisa y quizá deberíamos salir con otras personas. Lo sabía. Sabía que ibas a romperme el...
Jody le dio un golpe en la cabeza con la cuchara sopera.
-¡Ay! -Tommy se levantó y se frotó el incipiente chichón-. Oye, eso ha dolido.
-¿Estás bien? - preguntó ella con la cuchara preparada otra vez.
-Ha dolido de verdad.
-Bien. - Ella bajó la cuchara-. Iba a decirte que no quiero ser demasiado directa, pero que los dos necesitamos un sitio para vivir y yo necesito ayuda con ciertas cosas, y me gustas, y me estaba preguntando si te apetecería que viviéramos juntos.
Tommy dejó de frotarse la cabeza.
-¿Ya?
-Si no tienes otros planes...
-Pero si ni siquiera hemos..., ya sabes...
-Podemos ser solamente compañeros de piso, si quieres. Y si necesitas pensártelo, lo entiendo, pero necesito tu ayuda, de veras.
Tommy estaba pasmado. Ninguna mujer le había dicho nunca nada parecido. En apenas unos minutos, Jody había llegado a confiar en él hasta el punto de exponerse al rechazo total. Y las mujeres no hacían eso, ¿no? Quizás estuviera loca. Bueno, eso estaría bien. Él podía ser F. Scott Fitzgerald y ella su Zelda. Aun así, tenía la impresión de que le debía una especie de confesión para quedar igual de expuesto que ella.
-Hoy cinco chinos me han pedido que me case con ellos -dijo.
Jody no supo qué responder, así que dijo:
-Enhorabuena.
-No he aceptado.
-¿Te lo estás pensando?
-No, yo contigo jamás sería bígamo.
-Eso está muy bien, pero técnicamente serías hexágamo.
Tommy sonrió.
-Me gustas un montón.
-Pues vámonos a vivir juntos.
-Vas a romperme el corazón, ¿a que sí? -dijo Tommy.
-Irremediablemente. ¿Te apetece dar un paseo?
-Claro, creo.

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